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Madeline abrazó el valor de la mentalidad abierta en su vida, bajo la influencia del Espíritu Santo. Aprendió que ser de mente abierta va más allá de simplemente aceptar puntos de vista diferentes; se trata de buscar sabiduría y orientación desde diversas perspectivas, con el Espíritu Santo como su luz guía. Puedes seguir los pasos que ella dio.
Buscar sabiduría y comprensión. La mentalidad abierta comienza con un deseo de sabiduría y comprensión guiado por el Espíritu Santo. Proverbios 18:15 nos dice: "El corazón prudente adquiere conocimiento; los oídos de los sabios procuran hallarlo".
Valorar diversas perspectivas. Proverbios 15:22 nos recuerda la importancia de no actuar solos: "Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan". La mentalidad abierta implica valorar diversas perspectivas y buscar consejo de otros, reconociendo que la sabiduría colectiva a menudo conduce a decisiones mejores, siempre que se busque la guía del Espíritu Santo.
Aprender con humildad y disposición. La mentalidad abierta requiere humildad y disposición para escuchar antes de formar juicios, y ambas virtudes provienen del Espíritu Santo.
Cultivar la mentalidad abierta, arraigada en el deseo de sabiduría, el respeto por diversas perspectivas y un espíritu humilde es posible gracias a la influencia del Espíritu Santo. Y los beneficios son grandes, ya que vivir con una mentalidad abierta nos puede llevar al crecimiento personal y espiritual.
Oración: Amado Dios, enséñame a tener una mentalidad abierta, buscando sabiduría desde diversas perspectivas, con el Espíritu Santo como guía.