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En un evento de jóvenes en la hermosa isla de Martinica, compartí con un grupo de jóvenes entusiastas la Palabra de Dios y la importancia de alinear nuestros sueños con su voluntad divina.
Entre ellos, un joven llamado Mike escuchaba atentamente. Al finalizar el mensaje, se acercó con una mezcla de esperanza y determinación en los ojos. "He soñado con ser médico desde que tengo memoria", confesó, "pero parece un camino tan difícil y lleno de obstáculos..."
Le recordé el versículo de Efesios, y le aseguré que Dios puede hacer infinitamente más de lo que pedimos o entendemos, y que cada desafío en el camino solo fortalecería su fe y su carácter. Mike asintió, fortalecido por las palabras de ánimo.
A medida que avanzaba la tarde, conversamos sobre cómo sus aspiraciones podrían cambiar el mundo, y cómo su deseo de curar y ayudar estaba en perfecta armonía con los principios bíblicos de servicio y amor al prójimo.
Mientras los jóvenes se dispersaban, una llamada inesperada llegó a su celular. Una clínica local necesitaba urgentemente ayuda adicional; un médico había escuchado hablar de Mike y, impresionado por su pasión y dedicación, quería ofrecerle una oportunidad de aprendizaje.
Ese mismo día, Mike dio sus primeros pasos hacia la realización de su sueño, ayudando en la clínica, aplicando vendajes y ofreciendo palabras de consuelo: un perfecto ejemplo de cómo la fe y los sueños pueden converger para forjar un futuro lleno de propósito y servicio.
Y así, mientras el sol ascendía, marcando el comienzo de un nuevo día, Mike comenzó su viaje, no solo hacia su sueño de ser médico, sino hacia una vida de impacto y significado, alineada con una voluntad mayor que la suya.
Oración: Ayúdame, Dios, a alinear mis sueños con tu voluntad y a confiar en tu poder para llevarlos a cabo.