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¿Alguna vez has observado un cielo lleno de estrellas? Prueba contemplar las estrellas durante algunos momentos. Yo formé parte del Club de Conquistadores y en un campamento realicé la especialidad de astronomía. ¡Fue una aventura increíble! El instructor enseñó acerca de las constelaciones, que son los conjuntos de estrellas que forman dibujos bonitos en el cielo. Identificamos la famosa constelación Cruz del Sur y también jugamos a encontrar las letras de nuestro nombre.
El instructor explicó cómo Dios conoce cada estrella por su nombre, ¡de la misma manera como sabe cuántos cabellos tenemos en nuestra cabeza! ¡Eso es maravilloso! La estrella más brillante que se puede ver en el cielo nocturno es la Sirius («Sirius» significa «brillante»). Ella emana luz blanca, y se la puede ver desde cualquier punto del planeta Tierra.
Me alegra saber que Dios no considera una estrella más importante que otra solo porque brilla más; ni siquiera la hermosa estrella Sirius. De la misma manera, dijo que todos podemos (¡y debemos!) brillar en este mundo, porque todos somos importantes y amados. Por eso, no necesitas pensar que eres más o menos «brillante» que las demás personas. Todos tenemos nuestras cualidades y la mayor de ellas es que Creador del precioso cielo estrellado nos cuida.
Mi oración: Señor, yo quiero ser una luz que haga brillar tu amor al mundo.
Al anochecer, pasen un rato en familia observando las estrellas. Aprovechen para volver a leer el versículo bíblico de hoy.
Brillar, Resplandecer; ser la luz del mundo.