Una obra de arte

Me gustaría tener la capacidad de pintar cuadros hermosos. Los colgaría en la pared, los regalaría a mis familiares  y amigos. Pero... no tengo ese talento. Cada persona tiene su don y me parece muy bonito ver las habilidades de quienes son artistas.

Hubo un artista en especial que fue más talentoso de lo común. Sus trazos eran delicados, y así, los paisajes aparecían en la tela. Elegía los colores con cuidado. Las obras de arte hacían que la galería se pusiera más bonita. Lo más sorprendente, sin embargo, era el artista. Tomó el pincel con la boca y se dispuso a terminar el árbol del lado derecho con pinceladas verdes. Había sufrido un accidente cuando era joven y, aunque ya no tenía más las manos, no desistió de ser un artista.

Claro que no fue fácil aprender cómo pintar con la boca, pero no se dio por vencido. Algo que parecía imposible se transformó en arte. Él también contó con la ayuda de maestros y familiares que creyeron en su sueño.

Y lo mismo puede suceder con nuestros sueños. Con Dios y el apoyo de las personas que nos aman, podemos tener fe en nosotros mismos y descubrir nuestra capacidad de hacer del mundo un lugar mejor, más bonito y colorido.

Mi oración: Señor, quiero usar mis dones para hacer lo mejor para las personas a mi alrededor.

Capacidad: Trabajar para mejorar y no desistir; hacer mi mejor esfuerzo siempre; conocer qué hago bien.