Corazones que perdonan

Jacob había cometido muchos errores. Les había mentido a su papá y a su hermano, y por eso tuvo que huir a otra ciudad. No pudo cuidar a su mamá cuando fue anciana; tuvo que estar lejos de ella, la persona que más amaba.

Su hermano era una persona que se enojaba fácil; un hombre fuerte, valiente y que quiso vengarse de él. Jacob sabía con quién estaba lidiando y aun así eligió engañarlo. Ahora, entendía que se había equivocado y deseaba el perdón.

Por eso, preparó varios regalos para Esaú; quería expresar gratitud a su hermano porque estaba con vida y aún tenía una familia. En el día del reencuentro, envió primero los regalos, incluyendo rebaños enteros. Demostró humildad ante su hermano. ¡Deseaba tanto que lo perdonara! Jacob quería demostrar también su gratitud a Dios porque lo había salvado de la muerte.

El Señor cuidó a Jacob y renovó los lazos entre los hermanos; eso se manifestó en el abrazo fuerte que se dieron. Esaú, de buena gana, aceptó los regalos y el pedido de disculpas de su hermano.

Cuando recibimos el perdón de alguien, nuestro corazón se llena de paz y alegría. ¿Ya sentiste eso?

Mi oración: Mi Dios, te estoy agradecido porque me cuidas en todos los momentos.

¿Debes pedirle perdón a alguien? ¡No esperes más; hazlo hoy!

Gana: Voluntad; deseo de realizar algo.