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Mi sobrino tenía que hacer la tarea de la escuela. Se le pedía que justificara sus respuestas de las actividades. Eso significaba que no podía responder simplemente con un «sí» o un «no», sino que tenía que elaborar una explicación.
¿Hacemos un juego con eso de dar explicaciones? Piensa en cuál es tu estación preferida del año: primavera, verano, otoño o invierno. Ahora, justifica por qué te gusta esa estación con explicaciones y registros (dibujos, fotos, etc.). Llama a las personas de tu familia e invítalos a jugar también.
Jesús enseñaba a las personas de una manera muy especial. Él les daba explicaciones. No solo decía «haz esto» o «haz aquello». Cuando enseñó acerca del amor, relató como Dios amó tanto al mundo que envió a su hijo. ¿Por qué? Para que las personas tuvieran vida y esperanza. Esa es la explicación más preciosa de toda la historia de la humanidad.
Mi oración: Señor, te agradezco por darme vida y esperanza.
Justificación: Explicación y prueba de un hecho determinado. Sirve para confirmar que algo que fue dicho es verdad.