|
Cuando era más joven yo solía cantar, pero ahora parece que mi -voz no es lo que era -me dijo la señora que estaba sentada a mi lado, como si estuviera pidiendo disculpas.
Ella cantaba fuerte, pronunciando bien las palabras; alababa con ganas. Estábamos sentadas en el mismo banco de la iglesia y ella cantaba con una sonrisa. Pude ver como una lágrima de alegría se escapó de sus ojos.
Mucha gente estaba cantando aquel día. Personas con voces de diferentes timbres. Hombres, mujeres y niños acompañaban la canción que hablaba del amor de Dios por nosotros. Pero nunca podré olvidarme de aquella señora con una voz un poco ronca. ¡Qué alabanza tan bonita daba ella! ¡Cantaba con el corazón!
Mi oración: Señor, quiero alabarte con mi corazón todos los días de mi vida.
¿Cuándo fue la última vez que cantaste tu himno preferido? ¡Hazlo ahora! Y si todavía no tienes uno, pídele ayuda a un adulto. Abre el himnario y elige uno.
Alabanza: Celebración de alegría, honra y respeto a Dios. A través de la música podemos agradecer y adorar.