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Esta misionera trabajaba en tierras distantes. Su última misión había sido en el Líbano, donde ella y su esposo enseñaban sobre los valores cristianos de manera práctica, por medio del deporte, la costura y el amor al prójimo. Ellos contaban algunos episodios de alegría y otros de tristeza e indecisión, pero todos llenos de la fe que los llevó a ser misioneros en otro país.
Los ojos de los niños y jóvenes brillaban de emoción al escuchar cada relato. Entonces los misioneros preguntaron:
-¿Quién de aquí quiere ser un misionero?
Por supuesto, yo levanté la mano, al igual que todos los que estaban allí en la iglesia.
Ellos continuaron:
-Tú puedes ser un misionero aquí mismo, en tu ciudad, sin necesidad de viajar lejos.
Vi confusión en algunos rostros. Entonces ellos explicaron que somos misioneros cuando ayudamos a nuestros vecinos, cuando colaboramos con las tareas domésticas en el hogar, cuando somos gentiles con los demás, cuando damos ofrendas en la iglesia y cuando estudiamos la Biblia con nuestros amigos.
Jesús nos enseña que esa misión de amor, de llevar el mensaje de esperanza a las personas es una tarea de todos.
Mi oración: Señor, ayúdame a ser un misionero, y a comenzar con mi familia, iglesia, escuela y comunidad.
Misionero: Persona que cumple una misión de amor al orientar, ayudar y llevar esperanza a las personas.
Conversa con tu familia sobre las maneras en que puedes ser un misionero en la comunidad en donde viven.