Regresar

Un rey muy enojado a la hora de cenar

Play/Pause Stop
«El odio provoca peleas, pero el amor cubre todas las ofensas». Proverbios 10:12.

Era hora de cenar y la comida estaba de maravillas. Después de todo, estamos hablando de banquete de un palacio. ¿Has participado de algo así? Yo nunca tuve esa oportunidad, pero me imagino que debe haber mucha variedad.

Los invitados estaban sentados alrededor de la mesa, comiendo y disfrutando de aquel momento. Entonces el rey comenzó a conversar con su hijo, el príncipe. Las personas notaron que el rey se puso rojo, ¡y parecía estar a punto de explotar! Hablaba cada vez más fuerte.

De repente, algo interrumpió la cena: ¡el rey le lanzó una lanza a su propio hijo! Afortunadamente, el joven la esquivó. El rey Saúl no solo estaba enojado con su hijo, sino más todavía con el joven David, el mejor amigo del príncipe. Su corazón estaba lleno de envidia hacia el futuro rey de Israel, un joven que muchas veces había traído calma a su vida con música y alegría. Su envidia fue dominando cada vez más sus pensamientos y su enojo explotó.

Esa historia nos enseña lo importante que es cuidar lo que pensamos. El odio puede dominar a una persona, y ese tipo de emoción no es lo que Dios quiere para nuestra vida. El Señor desea que las personas tengan mucho amor, paz y

Mi oración: Señor, yo no quiero tener odio en mi corazón. Coloca en mí mucho amor y mucha bondad.

¿Qué sentimientos guardas en tu corazón? Escribe algunos de ellos en notas adhesivas y pégalas en un lugar visible de tu cuarto.

Odio: Un sentimiento negativo de enojo.

Matutina para Android