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Abraham era un tío querido para su sobrino Lot. La amistad entre ambos era tan fuerte que, cuando el tío decidió salir de la tierra de Ur, donde estaba toda la familia, Lot decidió acompañarlo.
Los dos tenían ganado, sirvientes y familia, y pasaron por muchas cosas juntos. Pero a pesar de los momentos de alegría, las peleas entre sus siervos hicieron que la unión fuera imposible. Entonces Abraham llamó a su sobrino y le dio la oportunidad de decidir dónde quería vivir. Lot tuvo la oportunidad de elegir primero, aunque su tío tenía más edad. Ante esta oportunidad, Lot escogió el lugar más bonito que pudo observar, un lugar donde sería más fácil plantar, cosechar y vivir con su familia. Pero ¿sabes qué? Esa decisión no fue la mejor, ya que se fue a vivir cerca de personas malvadas que no creían en Dios.
Esa historia bíblica nos enseña que debemos aprovechar las oportunidades y decidir con sabiduría. Desde niños, necesitamos tomar decisiones sobre la obediencia, los amigos, la alimentación, la ropa, y muchas cosas más. ¿Quién puede ayudarnos a tomar siempre una decisión correcta? ¡Pide la ayuda de Dios cada día!
Mi oración: Señor, por favor, ayúdame a tomar buenas decisiones y aprovechar las oportunidades.
Oportunidad: Chance que tenemos para decidir, como cuando mamá nos pregunta qué merienda queremos comer.