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Además de paciente, Job era un hombre conocido por ser justo, honesto y prudente. Él tenía una vida feliz y saludable y, de repente, comenzaron a pasar cosas malas.
Al final, terminó enfermo, y aunque estaba rodeado de amigos, se sentía desamparado. Pero él siguió adorando al Señor e intentando comprender su situación y aprender de todo lo que estaba viviendo.
Podemos aprender de la vida de otras personas, ¿no es verdad? En la Biblia podemos leer varias historias de hombres y mujeres, de adultos y de niños también. En todas notamos cómo pensar antes de actuar y orar antes de tomar una decisión es siempre algo bueno.
¿Te gustaría ser un niño con más sabiduría y prudencia? Piensa en cómo puedes ser mejor en tu día a día. Pon en práctica pequeños cambios. ¡Comienza hoy!
Mi oración: Señor, ayúdame a ser un niño que escuche tu voz en toda situación.
Prudencia: Actitud de calma y sabiduría ante las situaciones de la vida.