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Mi corazón es para Dios

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«Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios». Mateo 5: 8

Vamos a hacer una lista de dos columnas. Colocaremos dos grupos de personas.

Los que han sido perdonados por Jesús.                            Los que eligen el bien.                                                     Los que ayudan en la misión.                                               Los que obedecen a Dios.

¿Cuáles más podemos añadir?

Los que aún necesitan ser perdonados.                             Los que aún no eligen el bien.                                         Los que aún no ayudan en la misión.                               Los que aún no obedecen a Dios.

La palabra «aún» significa que todavía Jesús está esperando que ese grupo pase al otro. Jesús espera y ofrece oportunidades para que las personas decidan aceptar el perdón e inicie la conversión.

La conversión es un proceso en el que Dios nos limpia el corazón de todo lo que nos lleva a pecar. Nos quita el deseo de mentir y hace que no nos guste la mentira. Nos quita el egoísmo y hace que pensemos en el bien de los demás. Es mucho trabajo, ¿verdad?

Qué bueno que ese trabajo lo hace el Espíritu Santo. Es una obra sobrenatural que ocurre en tu corazón. Dios solo te pide una cosa: entrégale tu corazón a él. Solo debes decirlo en oración y confiar que Dios lo hará.

Tu regalo especial

Palabra clave Egoísmo. Es una forma de actuar y pensar solo en el beneficio propio.

Actividad: Leer el Salmo 51: 10-13.

Oración: Querido Dios, mi corazón es tuyo. Ayúdame a crecer con un corazón limpio. Amén.

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