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Casa limpia

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«Celebren con sus familias la ceremonia de limpieza». 1 Crónicas 15: 12

Dicen que a nadie le gusta hacer tareas del hogar. Es más divertido jugar o pasear. Pero siempre es agradable tener la casa limpia. Y ya sabes que no solo es agradable, también es necesario. La familia debe estar bien, y para eso no podemos enfermar. La suciedad enferma.

La limpieza de la casa es un hábito de higiene y también es mucho trabajo. Por eso se necesita la colaboración de todos. ¿Quieres saber en qué cosas puedes colaborar?

Puedes limpiar la mesa del comedor, antes de cada comida. Eso es colaborar en la limpieza. También puedes quitarte los zapatos antes de entrar en casa; eso es mantener la limpieza. Llevar la ropa sucia al canasto y taparlo; arreglar tu cama; recoger los juguetes; poner los zapatos en su lugar; sumar todo eso es colaborar en la limpieza de tu casa.

Y aunque parece que solo es más trabajo, esto va moldeando tu carácter (como en la lectura de la plastilina, ¿recuerdas?). Es así como serás responsable, ordenado y tendrás hábitos de higiene que te ayudarán a tener salud.

Los que te rodean

Palabra clave Colaborar. Es hacer un trabajo juntos.

Actividad: Hacer tareas del hogar.

Oración: Querido Dios, ayúdame a tener bueno: hábitos de limpieza. Amén.

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