El principio: todo un desafío

¡CUÁNTO LE CUESTA AL MUNDO CIENTÍFICO aceptar el primer versículo de la Biblia! A los que creemos en Dios y en su Palabra, nos parece sencillo y hasta simple ver la mano de Dios detrás de cada criatura de la naturaleza. Para el creyente, desde el átomo más imperceptible hasta la galaxia más espaciosa, muestran de alguna manera al Creador de la materia.

Hace tan solo algunos milenios, este mundo comenzaba su historia de vida y lo hacía por voluntad de Aquel que tiene poder para dar vida. La tierra, los cielos y el mar se llenaron de seres que embellecieron toda la naturaleza y que alababan a su Creador. El hombre, puesto como mayordomo de todo lo creado, comenzaba con la historia humana, reflejando en su cuerpo, en su mente y en su espíritu al Ser que lo formó. Al observar todo lo creado, el Señor vio que «era bueno en gran manera» (Gén. 1: 31).

También, porque es la voluntad divina, iniciamos hoy un nuevo año. Y no creo yo ser la excepción, pero en los comienzos de año casi siempre nos proponemos metas y objetivos para alcanzar durante el mismo. ¿Cuál será la dirección que tomarán tus decisiones a fin de alcanzar tus sueños? ¿Son metas meramente terrenales o has puesto tu mira en metas espirituales también?

Las páginas de este año están en blanco, al igual que como estaban hace algunos miles de años las de nuestro mundo, pero está en nosotros escribir en ellas con nuestra vida, páginas que sean una maravilla, páginas de las cuales Dios diga que nuestro año fue «bueno en gran manera». Y uno de los grandes objetivos a alcanzar, es reflejar en nosotros el carácter del Señor Jesús. La Biblia, ese libro de amor que expresa la Palabra de Dios, es el instrumento ideal para conocer la voluntad divina y escudriñar la personalidad del Salvador.

La redacción de este libro se apoyó en la elección de doce temas para todo el año, a fin de enaltecer y exaltar las grandes verdades de las Escrituras. Los Ejemplos y las Enseñanzas extraídos, fueron seleccionados para darte una visión clara de lo que Dios desea para tu vida.

Es verdad que no será fácil reflejar el carácter de Jesús, pero asentados sobre las Escrituras, la tarea será más sencilla. Recuerda que lo importante es mantener la meta en alto y continuar, no darnos por vencidos, para que en los libros del cielo se escriba de nosotros: «En el principio del año se propuso imitar a Cristo y lo hizo muy bien, fue bueno en gran manera».

Ejemplos y enseñanzas de los patriarcas.