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EL REY NABUCODONOSOR no quería tomar decisiones equivocadas al conducir su imperio, por esta razón se rodeó de personas sabias e inteligentes, pero también de otras que manejaban las ciencias ocultas.
Luego que Dios le enviara el sueño, el rey hizo llamar «a los magos, astrólogos, adivinos y hechiceros, para que le explicaran sus sueños» (Dan. 2:2). Estos hombres quisieron persuadir a Nabucodonosor que era necesario conocer el sueño para interpretarlo, pero el rey no escuchó razones y demandó ambas cosas de sus súbditos: que le relataran el sueño y que le dieran la interpretación. «Los hechiceros le respondieron al rey: "No hay nadie en toda la tierra que pueda decir a Su Majestad lo que soñó además [...] Esto que Su Majestad nos pide es algo muy difícil, y no hay nadie que se lo pueda revelar, a no ser los dioses. ¡Pero los dioses no viven entre los hombres!"» (Dan. 2: 10-11).
¡Qué impotencia habrá sentido el diablo! Allí estaba un grupo de sus seguidores que por años había practicado la magia, la hechicería y el ocultismo reconociendo su incapacidad frente a la demanda de un mortal.
Aunque muchos crean que los adivinos, astrólogos y hechiceros mienten y todo lo que hacen son solo trucos, la verdad es que Satanás se manifiesta a través de ellos. El pastor evangélico Mario Bertolini fue rescatado de las garras del ocultismo por el poder de Jesús, y él narra parte de sus vivencias al decir: «La astrología no es una mentira, funciona en realidad como un perfecto instrumento de esclavitud satánica [...] Los astrólogos, los adivinos, los brujos, los hechiceros, hacen señales reales y milagrosas, pero son falsificaciones con el objeto de mantener el engaño en los corazones humanos e impedirles llegar a la verdad que es Jesucristo el Salvador de la humanidad» (Ocultismo, guerra espiritual y liberación, pp. 54-55).
Irónicamente, todos los magos, astrólogos, hechiceros y caldeos lograron salvar su vida gracias a Daniel, un fiel hijo de Dios, que le declaró al rey el sueño y su interpretación.
Como en la antigüedad, hoy el enemigo se ha mostrado a través de los medios e intenta esclavizar a toda persona para que no llegue al conocimiento de Jesús. Pero así como estuvo impotente frente a Nabucodonosor, todos sus seguidores son incapaces frente al poder de Jesús. Por esta razón, al iniciar el día de hoy, alaba el nombre de Cristo, porque al igual que Daniel tú eres un hijo de Dios.
Ejemplos y enseñanzas de los reyes.