Una mujer con esperanza

ENTRE TODAS LAS TAREAS que debemos realizar los pastores, la de oficiar los servicios fúnebres en un sepelio es prácticamente imprescindible. El dolor y el desconsuelo afectan a todos, sean creyentes o no, pero es mucho más doloroso acompañar a los que no creen en la resurrección. No saben cómo es, no la entienden o sencillamente solo creen lo que ven. Entonces, ante la tragedia de la muerte, aquellos que no tiene fe en un Salvador y la vida eterna, creen que todo terminó y muchos de ellos caen en la desesperación.

En los tiempos bíblicos, eran los paganos quienes no creían en la resurrección. «Frente a la muerte, el pagano se afligía y temía como quien no tiene esperanza (1 Tes. 4: 13). Una de las cartas más tristes que figuran en los papiros se refiere a una madre que escribe a los padres de un niñito muerto: "Irene a Taonnophris y Filón, confortaos. Estaba tan apenada, que lloré por vuestro hijo muerto tanto como lo hice por Dídimo. Todo lo que podía hacerse, se ha hecho [...] Pero, lo mismo que siempre, frente a estas cosas nadie puede hacer nada". He aquí la perspectiva pagana ante la muerte» (William Barclay, Palabras griegas de Nuevo Testamento, p. 81).

Marta estaba sumamente dolida por el reciente fallecimiento de Lázaro, su hermano. Pero aunque su dolor era agudo, abrazaba la fe de la resurrección. En su diálogo con Jesús, sin sospechar que el Maestro le devolvería la vida a Lázaro ese mismo día, ella confesó: «Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final». A diferencia de los paganos, Marta tenía la esperanza de que volvería a encontrarse con su hermano algún día.

La esencia del cristianismo y el corazón del evangelio, es aceptar y creer que Cristo es la solución a la muerte. Su muerte vicaria cargó con el pecado que nos arrebató la inmortalidad y su resurrección aseguró nuestra salvación. «Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios levantará con Jesús a los que murieron en él» (1 Tes. 4: 14). Creer que Jesús resucitó es nuestra garantía.

La Biblia no expresa lo que Marta sintió cuando vio a su hermano otra vez con vida, pero estoy seguro que todos los que perdimos a un ser querido, nos llenaremos de un gozo sublime cuando nos volvamos a encontrar con ellos. Por esta razón soy adventista. Por eso deseo que Cristo regrese pronto a este mundo.

Ejemplos y enseñanzas de hijas de Dios.