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Las zorras pequeñas

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¡Atrapen esas zorras, atrápenlas! Aunque pequeñas, destruyen nuestras viñas, que apenas están en ciernes (Cantares 2:15).

A LO LARGO DEL TODO EL LIBRO CANTAR DE LOS CANTARES se nos describe el noviazgo, el cortejo de bodas, el mutuo encanto de los esposos y toda la belleza del amor que pueden disfrutar un hombre y una mujer.

Cuando Dios creó a la primera pareja humana y la unió en matrimonio, le proveyó un mundo perfecto para que ellos pudieran vivir en un hogar santo y lleno de felicidad. La entrada del pecado estropeó todo lo bello y hermoso que Dios había creado y la amargura y la infelicidad pasó también a formar parte de muchas familias de la tierra.

Por esa razón a lo largo de las Escrituras encontramos numerosos consejos que tratan de elevar la santidad y el bienestar del hogar para que las familias vuelvan a disfrutar del gozo y la felicidad que Dios había planeado al principio.

De manera simbólica, representando al hogar como si fuera una viña, la feliz pareja de Cantar de los Cantares pide que atrapen a las zorras pequeñas que echan a perder las viñas. En muchos casos, las familias ignoran algunos problemas por ser pequeños, pero dichos problemas causan daños que opacan la felicidad conyugal.

¿Cuáles podrían ser esas «zorras pequeñas» que intentan destruir los hogares? La ingratitud es uno de esos problemas pequeños que le quitan brillo a la convivencia familiar. Es triste y doloroso brindarse de corazón hacia los seres amados y no ser reconocido ni apreciado. En muchas ocasiones un simple «gracias» o «qué rica que estuvo tu comida», iluminan el día de la persona amada. La incomprensión también hace desdichada a la persona que lo padece. ¡Cuántas personas sienten la falta de empatía en sus hogares, sencillamente porque nadie se coloca en sus «zapatos»! Solos, acudiendo a profesionales de la salud mental, procuran recibir algo de comprensión aunque sea de desconocidos, para suplir la carencia familiar. Y también podríamos decir que el orgullo, el egoísmo, el rencor y la falta de humildad para pedir perdón pueden formar parte de las «zorras pequeñas» que impiden una agradable convivencia.

En el día de hoy el Señor te invita a no permitir que las «zorras pequeñas» minen tu hogar. Otórgale a Cristo el primer lugar en tu vida para que tu casa sea un «pedacito» de cielo donde reine el amor.

Ejemplos y enseñanzas de cantores y poetas.

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