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Desastres Por Tornados

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«Porque tú has sido, en su angustia, un baluarte para el desvalido, un refugio para el necesitado, un resguardo contra la tormenta» (Isaías 25:4, NVI).

Una de las peores catástrofes de tornados de la historia de los Estados Unidos ocurrió el 18 de marzo de 1925. Los tornados, que atravesaron cinco estados simultáneamente, azotaron Misuri, Illinois, Indiana, Kentucky y Tennessee, dejando a su paso terribles daños. En un lapso de tres horas murieron 689 personas, 13,000 resultaron heridas y se produjeron más de 18 millones de dólares en daños.

Los tornados son una de las fuerzas más poderosas de la naturaleza. Pueden causar más daños que cualquier otra catástrofe natural, excepto quizá los terremotos. Los tornados se forman cuando las corrientes de aire frío se encuentran con las corrientes de aire caliente. La nube en forma de embudo que se genera crea un túnel de vacío que atraviesa bosques y ciudades, haciendo estallar edificios y absorbiendo todo lo que encuentra a su paso. Se han registrado vientos de tornado de hasta 725 kilómetros (450 millas) por hora. El mayor tornado jamás registrado fue una nube embudo de 4 kilómetros (2 72 millas de ancho. El tornado más costoso se produjo en Topeka, Kansas, en 1966. En cifras actuales, los gastos por los desperfectos ascendieron a unos 1,600 millones de dólares. En mayo de 2003 se registró la mayor cantidad de tornados en Estados Unidos, con un total de 543.

Los tornados son extraños. Se sabe que levantan casas, las hacen girar y las vuelven a dejar en sus cimientos originales sin siquiera un rasguño. Algunos tornados han recogido a personas y las han llevado a kilómetros de distancia antes de depositarlas de forma segura. La gente ha sido testigo de tornados que bajaron por un lado de una calle muy transitada, saltaron al otro lado de la calle y luego volvieron a subir por el otro lado, llevándose también los negocios de ese lado de la calle.

¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras viviendo en un tornado? Tal vez el tornado del divorcio ha golpeado a tu familia. Tal vez el tornado de la muerte te ha tocado de cerca. O tal vez alguien especial te ha dejado por otra persona, y se siente como si te hubieran arrancado el corazón y lo hubieran lanzado contra el suelo para luego aplastarlo. No estás solo para lidiar con la destrucción que sientes dentro y alrededor de ti. Jesús sabe cómo lidiar con las tormentas. Él puede calmar la tormenta, y también tu corazón. Él es tu refugio en la tormenta, porque promete soportarla contigo. En los peores días de tu vida, Jesús es tu refugio en las tormentas.

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