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Primera Autopista de Los Estados Unidos

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«El camino del hombre recto evita el mal; el que quiere salvar su vida se fija por dónde va» (Proverbios 16:17, NVI).

¿Te gusta viajar? ¿Has pensado alguna vez cómo sería viajar sin buenas carreteras? Hoy en día, las carreteras llegan a todas partes de los Estados Unidos: a través de llanuras, sobre ríos y montañas, y por desiertos. Hay unos 74,000 kilómetros [46,000 millas) de carreteras interestatales, 645,000 kilómetros [400,000 millas] de carreteras estatales principales, 1,287,000 kilómetros [800,000 millas] de autopistas y aproximadamente 4,000,000 de kilómetros (2.6 millones de millas de carreteras locales. Es decir, unos 6.4 millones de kilómetros [4 millones de millas] de carreteras.

El 29 de marzo de 1806, el Congreso reservó 30,000 dólares (unos 6 millones en dólares de hoy en día) del Tesoro Nacional para empezar a construir la primera carretera del país, que iba desde Cumberland, Maryland, hasta Vandalia, Illinois. Este dinero era solo la primera cuota de lo que el gobierno federal tendría que gastar, pero sirvió para poner en marcha el proyecto.

Lo llamaron Great National Pike, o la carretera de Cumberland. Iba a ser una autopista, precursora de las carreteras interestatales que un día atravesarían el país. A lo largo de los años, de 1806 a 1838, se siguió construyendo la carretera, que costó al gobierno casi 7 millones de dólares (unos 1,500 millones de dólares actuales). En 1856, la carretera pasó a manos de los estados que la atravesaban. A partir de entonces, sería responsabilidad de cada estado mantener la carretera que pasa por dentro de sus límites territoriales.

Cuando planeas un viaje por carretera, tienes dos opciones: tomar la autopista o tomar las carreteras secundarias. Por la autopista se llega rápido. Hay muchas áreas de descanso y restaurantes, lo que hace que el viaje sea lo más cómodo posible. Por las carreteras secundarias se llega más despacio. Suele haber menos áreas de descanso (al menos de las construidas), pero lo más probable es que disfrutes de mejores paisajes, y la posibilidad de vivir aventuras memorables aumenta en las carreteras secundarias.

Al igual que los viajes por carretera, la vida está llena de opciones. La mayoría de las opciones tienen un poco de bueno y un poco de malo, y eso puede ser frustrante. ¿Cómo saber qué camino tomar, qué amigos tener, a qué universidad asistir, qué carrera estudiar? La buena noticia es que no tienes que estresarte por elegir siempre el camino correcto en la vida. Todo lo que Dios quiere es que lo desees a él en tu vida y que evites el mal. Entonces, incluso si tomas la salida equivocada, depende de él guiarte de vuelta al mejor camino para ti. Y, créeme, él lo hará.

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