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Bugs Bunny

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«Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente» (Génesis 2:7, RV95).

Bugs Bunny es uno de los personajes de dibujos animados favoritos de todos los tiempos. El 27 de julio de 1940, Chuck Jones creó el conejo animado llamado «Bugs», y Mel Blanc le puso la legendaria voz. Bugs hizo su primera aparición en A Wild Hare, y el resto es historia. A los niños les encantaba este conejo tan gracioso, y a los adultos también. A lo largo de los años (y con la habilidad de sus creadores) la personalidad de Bugs no hizo más que crecer y la famosa frase que pronunciaba con una zanahoria: «¿Qué hay de nuevo, viejo?», se hizo conocida en todo el mundo.

Los dibujos animados aparecieron por primera vez en Francia, y pronto se utilizaron en otros países, como por ejemplo los Estados Unidos, donde tuvieron un éxito inmediato. Con el desarrollo del sonido a finales de la década de 1920, los dibujos animados se hicieron aún más populares. Walt Disney creó la serie de dibujos animados Silly Symphonies, pero fueron Mickey Mouse y su pandilla los que hicieron famoso al señor Disney. En la década de 1930, los dibujos animados musicales de larga duración, como La Bella Durmiente, salieron de las mesas de dibujo de Disney.

Y entonces Warner Brothers desarrolló su propio conjunto de personajes de dibujos animados, como Bugs Bunny, Piolín, el Pato Lucas, Porky y Yosemite Sam. Mel Blanc empezó a trabajar con Warner Brothers en 1937, y no solo hizo las voces de Bugs, sino también del Correcaminos, el Gato Silvestre, Piolín y Yosemite Sam.

Los personajes de dibujos animados que ocupan un lugar destacado junto a Bugs Bunny son el sarcástico Pato Lucas, el tartamudo cerdito Porky y el eternamente enfadado Yosemite Sam. Pero, sin falta, Bugs siempre lleva la delantera. Es más inteligente, y burla y supera a todos los demás.

Cuando nuestro mundo era nuevo, Dios creó al primer hombre y a la primera mujer. Pero no utilizó pluma y tinta, ni acuarelas, ni técnicas de animación computarizada. Creó a Adán del polvo de la tierra, y sopló en sus fosas nasales el aliento de vida. Eso es lo que nos hace muy, muy diferentes de nuestras propias creaciones. Y el toque personal de Dios es lo que nos diferencia de las demás criaturas. Somos creación suya, en la que hay aliento de vida.

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