El Desayuno Del Señor Perky
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¿Qué se obtiene cuando se cruza una trituradora de papel con el más conocido producto agrícola americano? ¡Trigo triturado! Está bien. Es una tontería de introducción; pero me pareció divertida para hablar del producto que quiero presentarte hoy: el «trigo rallado», que se vende en el supermercado en cajas de cereal con el nombre en inglés «Shredded Wheat». No chasquea, ni cruje, ni estalla. No está recubierto de caramelo. No brilla en la oscuridad ni lleva el nombre de un monstruo... ¡pero es muy sano! A diferencia del 60% de los cien cereales de desayuno examinados en una investigación, una ración de este producto tiene mucho menos azúcar que una dona. De hecho, no tiene nada de azúcar. Simplemente descansa en el plato con su proteína natural, esperando la leche, listo para ayudarte a empezar el día. ¿El nombre de su inventor? Henry Perky.
A principios de la década de 1890, Henry Perky, que tenía problemas de estómago, vio a un hombre comiendo un tazón de trigo hervido con crema. Desde entonces no podía quitarse esa combinación de la cabeza. Llevó su idea de un producto hecho con trigo hervido a un amigo, William Ford, que era maquinista. Juntos desarrollaron una máquina para fabricar lo que Perky llamaba «pequeños colchones de trigo integral», y el 10 de agosto de 1893 obtuvo la patente de la idea. Ahora es cuando la cosa se pone confusa. Perky quería fabricar y vender las máquinas que hacían el alimento, así que empezó a repartir los «colchoncitos», esperando que la gente quisiera comprar la máquina para poder hacerlos ellos mismos. En cambio, la gente quería el cereal ya hecho, con esa forma tan particular. Unos años más tarde, Perky se trasladó a Boston y abrió su primera panadería, en la que fabricaba lo que ya para entonces se llamaba trigo rallado.
Perky tenía fuertes convicciones sobre la alimentación. John Harvey Kellogg y Charles Post son mucho más conocidos por su invención de los cereales secos, pero Perky fue el primer pionero de los alimentos instantáneos para el desayuno y fue el primero en producir cantidades masivas de cereales secos listos para consumir. En 1898, el trigo rallado ya se vendía en América del Norte y del Sur y en Europa.
Hoy en día, el trigo rallado se comercializa como una marca sencilla y honesta, y como uno de los alimentos más saludables del pasillo de los cereales de cualquier supermercado. Eso lo convierte en cualquier cosa menos en un producto aburrido. Dios quiere que tú y yo comamos sano porque nuestros cuerpos son su templo. ¿Y sabes qué? El trigo rallado es una buena manera de empezar.
