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Alas de protección

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Tu Biblia dice: «Llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre ellos las manos y orara por ellos». Mateo 19: 13

EN MI CASA, donde viví de niña, había un jardín con flores y plantas. En él había muchos insectos, entre los cuales se hallaban las catarinas con sus colores brillantes en rojo y naranja, con manchitas en negro. Lo que más llamaba mi atención eran sus alas rojas, las que tienen sobre su cuerpo. Al observarlas, me di cuenta de que, debajo de estas, tienen otras con las que vuelan. Las primeras están duras, solo les sirven para proteger las otras.

Las alas rojas de protección de la catarina me hacen recordar al salmista, cuando dice: «... debajo de sus alas estarás seguro». Me maravilla la manera en que Jesús nos trata con tanto amor y cuidado; nos protege de todo lo que pueda dañarnos.

Jesús demostró su amor hacia los niños, de manera que en una ocasión, cuando los discípulos alejaron a las madres y a los niños de él, Jesús los reprendió y pidió que abrieran paso para que ellas y sus pequeños pasaran. Al estar enfrente de él, los cargaba y los bendecía. Era tan amoroso, que un pequeño se durmió profundamente en sus brazos recargado en su pecho, pues estar con Jesús te da paz, esperanza y felicidad.

Amiguito, Jesús es nuestro protector. Ten la confianza de que estamos seguros en sus brazos. ¡Somos muy especiales para él!

Oremos: «Querido Jesús, gracias por tenerme en tu corazón y amarme. Yo también te amo. Amén».

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