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Un osito sediento

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Tu Biblia dice: «Tengo sed de Dios, del Dios de la vida». Salmos 42: 2

¿TIENES ALGUNA COMIDA FAVORITA? Estoy segura que sí. ¡A mí me gusta mucho la lasaña! El oso panda también tiene la suya. Adivina cuál es. ¡Muy bien! Es el bambú. El bambú es una planta rica en agua. Los pandas extraen agua de ella; sin embargo, para saciar su sed, el panda bebe con frecuencia agua de los ríos y de nieve derretida.

¿Con cuánta frecuencia bebes agua? La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que se beba un litro por cada 35 kilogramos de peso en tu cuerpo. Pero puedes beber más agua de acuerdo con el clima de donde te encuentres o también si practicas algún deporte. Este líquido es necesario para nuestra vida. Te ayuda a limpiar tu cuerpo de todas las toxinas, beneficia la asimilación de los alimentos y te evita el estreñimiento.

En una ocasión, mientras el pueblo de Israel andaba por el desierto, estuvo sediento, así que fueron con Moisés para pedirle este líquido. Dios le comunicó a Moisés que al llegar a Horeb golpeara la roca con su vara y que de ella saldría agua, pues él mismo estaría junto a esa roca. Moisés obedeció. Y todo el pueblo bebió agua de la peña, saciando su sed.

¡Qué hermosa historia! ¿No te parece? Dios mismo proveyó agua para el pueblo. Tú también puedes beber de esa agua, a través del estudio de la Biblia. Te invito a que cada día bebas de ella y nunca tengas sed.

Oremos: «Querido Jesús, deseo saciarme cada día de ti. ¡Límpiame! Amén».

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