Volando en V

-¡MIRA, TÍA CHINY, EL CIELO! ¡Hay una letra «V»! ¿Cómo se forma? -preguntó Adrián.

La tía sonrió, al ver la ingenuidad de su sobrino que comenzaba a aprender las letras.

-¡Sí, es la letra «V»! Y esa letra la forman los gansos que van volando. ¿Ya te diste cuenta? -señaló la tía.

-¿Por qué la forman, tía Chiny? -interrogó el niño.

-Lo hacen porque rompen el viento y de esa manera avanzan más rápido que si un pájaro volara solo. Estas aves se apoyan y se unen. Cuando el líder, que va siempre a la cabeza, se cansa, se pasa atrás de la formación y otro toma su lugar. Los gansos graznan para animar al que va adelante – explicó la tía.

-¿O sea que se echan porras, como a mí cuando juego fut? –indagó Adriancito.

-¡Así es, mi niño! –afirmó la tía-. Los gansos nos enseñan a ser unidos, para cumplir nuestros objetivos; a ayudar y dar palabras de motivación, cuando alguien de nuestro grupo esté pasando por situaciones tristes. Quiero contarte que Moisés, el gran líder de Israel, se cansó, y tuvieron que animarlo. Él debía mantener las manos levantadas para ganar la batalla, pero cuando se cansaba, las bajaba, y entonces el enemigo comenzaba a ganar. Aarón y Hur sostuvieron sus manos hasta que el pueblo obtuvo la victoria. Nunca olvides, Adriancito, mantener un espíritu de unidad y apoyo para alcanzar los objetivos.

Oremos: «Querido Jesús, ayúdame a tener una palabra de ánimo para quien lo necesita y a ser unido con los demás. Amén».