Silenciosa al volar

OTRA CARACTERÍSTICA muy importante que tiene la lechuza es que, gracias a la composición de sus plumas, puede volar sin hacer ruido, lo que le ayuda a tomar a sus presas por sorpresa. Los especialistas la han declarado «el ave más silenciosa de todas».

Hoy te propongo un reto. Camina de tu habitación a la cocina sin hacer ningún ruidito... ¿lo lograste? Sí se puede, ¿verdad? Entonces podrás hacerlo cuando vayas a la iglesia. Tristemente me he encontrado con niños que, cuando van a la casa de Jesús, caminan haciendo ruido, corren y hablan muy fuerte. No recuerdan que están en la presencia del Rey del universo.

Un día, cuando Jesús fue al templo, encontró que había un gran alboroto en él. Estaban personas vendiendo, comprando, cambiando y regateando, además del sonido de los animales... ¡era realmente un mercado! Jesús se entristeció y tiró todas las mesas y los puestos que estaban en el templo. Y dijo: «Mi casa será declarada casa de oración, pero ustedes están haciendo de ella una cueva de ladrones» (Mateo 21:13). ¿Te imaginas la escena?

No olvides cuando vayas a la iglesia que esta es la casa de Jesús. Debes de ser como la lechuza cuando vuela: «silencioso al conducirte». Cuando llegues, pídele a Dios que te ayude a comportarte.

Oremos: «Querido Jesús, deseo respetarte y escuchar tu voz. Ayúdame a ser reverente en tu santo templo. Amén».