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-¡TÍA ADRI, sigue contándome acerca de las abejas! Me dijiste que había tres tipos de ellas.
-Los tres tipos de abejas son: reina, obrera y zánganos –respondió la tía.
-¡Pero dime qué hacen! -interrumpió Wendy con desesperación.
-La abeja reina es grande, es la mamá de toda la colmena; dirige la producción de miel. En cambio, las abejas obreras son pequeñas, son hembras y su trabajo es el de mantener en perfecta limpieza el panal...
-¿Qué limpian? –volvió a interrumpir Wendy.
-Limpian las capitas de suciedad que hay dentro de las celdas de los panales, porque pueden dañar el desarrollo de las crías. También se encargan de darles calor y de alimentarlas con una sustancia que lleva miel, diluida con agua y polen. Son tan trabajadoras que además fabrican cera, almacenan el néctar que otras abejas traen al panal, defienden su colmena contra otras abejas y animales que quieran robarles su miel, y cuidan a la reina.
-¡Yo también hago muchas cosas, tía Adri! Limpio mi cuarto, hago mi tarea muy bonita, cuido a mi hermanita... Aunque me canso, sé que Jesús me da fuerzas para ayudar a mami en casa.
-¡Sí, Wendy! Jesús está listo para ayudarte siempre que se lo pidas.
Oremos:«Querido Jesús, ayúdame a ser limpia y a ayudar siempre a mamá. Amén».