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PAUL ERA UN PULPO que vivía en un zoológico en Alemania. Se dio a conocer por adivinar quién ganaría los primeros seis encuentros de futbol en la Copa Mundial del 2010, así como en las finales. No es porque Paul fuera un sabio, sino que los pulpos son considerados los invertebrados más inteligentes. Han demostrado capacidades para evadir obstáculos y resolver problemas como, por ejemplo, destapar botellas para sacar un crustáceo o desenroscar las tapas donde hay comida para ellos. Asimismo, pueden memorizar patrones por medio de la observación.
A diferencia del pulpo, Jesús nos dio la capacidad de pensar, y eso hace la diferencia entre los animales y nosotros. Puedes decir que eres muy listo porque vas a la escuela y sacas buenas notas. Tal vez tocas algún instrumento o hablas con facilidad algún idioma, y piensas que eres muy inteligente por todo lo que sabes, pero la realidad no es así.
Puedes saber muchas cosas, pero si no tienes a Jesús en tu corazón y no le dedicas el primer lugar en tu vida, de nada sirve lo demás. Recuerda algo: los libros te dan inteligencia, pero Jesús te da la sabiduría, porque él es la Fuente de todo conocimiento y poder. Entre más sabiduría, debes de ser más humilde y tener un espíritu de servicio para los demás.
Oremos:«Querido Jesús, ayúdame a crecer en ti y a ser sabio. Deseo dedicar un tiempo cada día a conocerte y a hablar contigo. Amén».