Regresar

TODO NUESTRO SER

Play/Pause Stop
«Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo». 1 Tesalonicenses 5:23

Lo conocí por «casualidad». Un día mi computador sufrió un desperfecto y me tocó buscar un técnico que me ayudara con la reparación. En la recepción del hotel donde estaba hospedado me dieron la dirección de uno. Lo encontré y él comenzó a trabajar en el dispositivo. De vez en cuando levantaba la cabeza y me miraba como tratando de descifrar algo de mi personalidad. Sin rodeos, me hizo la pregunta:

-¿A qué se dedica?

-Soy pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día –contesté.

-¡No lo puedo creer! Usted es el segundo adventista con quien tengo contacto en esta semana. Hace unos días vino un cantante de su iglesia buscando mis servicios. Ustedes son personas confiables y me gustaría su ayuda para resolver un problema con mi esposa. Estamos a punto de separarnos ¿Me puede acompañar a mi casa?

Accedía visitarlo, oré con él y su esposa, y les obsequié varios libros relacionados con la vida familiar. Le di mi número telefónico, y no supe más de él en mucho tiempo.

Una mañana recibí una llamada suya para informarme los progresos de su relación matrimonial. Entonces me comentó un detalle interesante: uno de sus hijos estaba presentando alergias a la mayoría de los alimentos, así que el médico le prescribió una dieta saludable. Le escribió en un papel los alimentos integrales que podía consumir y la marca de los mejores en el mercado. Él compró en un supermercado de su ciudad y cuando llegó a casa decidió indagar más sobre la empresa que los fabricaba. Entonces descubrió que todo lo que el médico le había recomendado eran productos de la fábrica de alimentos adventista. Entonces me dijo:

-Los libros de su iglesia me ayudaron con mi matrimonio, ahora los productos alimenticios le han servido a mi hijo. Me gustaría unirme a la Iglesia Adventista.

Aquel joven había comprendido de forma práctica, no solo en teoría, que a Dios le interesa todo nuestro ser. Ser cristianos implica más que un simple conocimiento intelectual, abarca lo que comemos, cómo nos relacionamos con los demás e incluso las actitudes que manifestamos. Por eso, el mensaje de @Dios para ti hoy es: «Deseo que experimentes progreso y bienestar en cada aspecto de tu vida. Entrégate por completo a mí».

Matutina para Android