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Cosas Grandes Y Pequeñas

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"En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza, él los tiene contados uno por uno" (Mateo 10:30).

Mientras intentaba arrancar una espina del dedo de mi padre, mi hija de dos años en ese momento corrió a la esquina de la habitación, cerró los ojos, juntó las manos y dijo en voz alta: "Padre celestial, quita la espina del dedo de mi abuelo". inmediatamente, logré sacar la espina. Y Anita, saltando de alegría, dijo: "¡Dios es bueno! ¡Ama al abuelo!" ¡Dios realmente es bueno! Quizá estés pensando que fue una coincidencia que la espina saliera en el momento exacto en que Anita oraba. Pero, no es así. Dios se preocupa por los pequeños y los grandes detalles de nuestra vida.

Esto es lo que sintió un estudiante de la escuela de los profetas en cuando el hacha, que era prestada, cayó al río. Eliseo tomó una rama, la arrojó al agua, y el hacha de metal comenzó a flotar milagrosamente. En ese instante, el muchacho también se dio cuenta de lo bueno que es Dios.

Dios lo ve todo. Él sabe lo que te pasa cada día. Él conoce la cantidad exacta de cabello que tienes en tu cabeza. Él se preocupa por tus sentimientos y tus necesidades.

Entonces, haz como Anita y el aprendiz en la escuela de los profetas de Gilgal: vuélvete a Dios con fe. No olvides que él siempre está dispuesto a ayudar en situaciones que parecen imposibles, como hacer flotar un hacha, y también en situaciones que parecen simples, como una espina en tu dedo. Nunca olvides que Dios te ama y está siempre presente en tu vida.

¿MEJORÓ? ¡MEJORÓ!

¿Quieres saber más? Lee 2 Reyes 6:1-7.

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