Regresar

Despréndete De Lo Que Te Estorba

Play/Pause Stop
Destruyan por completo todos los lugares donde los pueblos que van a conquistar adoran a sus dioses: en los montes, en las colinas y bajo los árboles frondosos» (Deuteronomio 12: 2).

Según datos de los investigadores, cada persona produce un kilo trescientos gramos de basura cada día. Esa cantidad representa un desafío para el servicio de recolección de basura de cualquier ciudad. Pero hay algo aún peor: conservar artículos en nuestra casa de los cuales podríamos desprendernos porque ya no sirven o no los usamos; es decir, dejar la «basura» en casa. Todavía más grave, cuando eso que conservamos no fomenta que nos acerquemos a Dios, sino más bien que nos alejemos.

Desde esta perspectiva, todos podríamos tener en casa más basura de la que pensamos, la cual haríamos bien en tirar. La Biblia presenta la experiencia del apóstol Pablo cuando llegó a Éfeso. Él predicó a personas que practicaban la magia. Por lo tanto, muchos tenían libros que valoraban porque ahí habían aprendido a ejercer su oficio. Sin embargo, cuando aceptaron a Jesús como su Salvador, esos mismos libros se convirtieron en basura dentro de su casa. Era el momento de tirarlos; los quemaron, aunque valían cincuenta mil piezas de plata (Hechos 19:19). Su decisión fue sabia, ¿de qué servía conservar algo que no debían leer? Al desprenderse de esos libros cortaron de raíz cualquier elemento que podía convertirse en una futura tentación. Ni siquiera pensaron en regalar o vender ese material, pues solo hubieran propagado el engaño; como nuevos creyentes en Jesús, no querían perjudicar a nadie.

El Señor Jesús enseñó la misma idea cuando dijo: «Si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que pierdas una sola parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno» (Mateo 5:29). Es decir, despréndete de cualquier cosa que podrías admirar, pero afecta tu amistad con Jesús. Esta fue la razón por la cual Dios le pidió a Israel que destruyera todo vestigio de idolatría que encontrara en Canaán. Dios no quería siquiera que permaneciera el recuerdo de lo que ahí se practicaba (Deuteronomio 12:3). Hoy es una buena idea limpiar la casa de cualquier objeto, música o libro que sea contrario al evangelio. Una limpieza profunda que incluya el aspecto digital. Si miras con detenimiento tu tableta, computadora o teléfono inteligente, pregúntate: ¿Qué contenido debo desechar por completo? Entonces, sustitúyelo por todo lo que fomente el deseo de amar y servir a Dios.

Matutina para Android