Dios Protege

El reino del norte (Israel) vivió una de las etapas más difíciles de su historia cuando Acab y Jezabel impusieron la idolatría como estilo de vida. Respecto a quienes querían permanecer fieles a Dios, muchos murieron y otros huyeron al reino del sur (Judá). Esta época nos enseña que en los momentos más oscuros, Dios aún siguió enviando a sus mensajeros para amonestar al pueblo. Desde luego, fueron ellos los más perseguidos. El profeta más conocido de esta época es Elías, pero hubo muchos más que compartieron su mensaje en esta desafiante etapa de la vida de Israel.

En cuanto a Elías, después de anticipar un periodo de sequía, Dios le tenía reservado dos lugares para vivir: primeramente, el sitio que menciona el versículo de este día. Después, en la casa de una viuda, pobre y extranjera (en Sarepta). En esos lugares él estuvo a salvo, a pesar del odio del rey y la reina. Además, 1 Reyes 18: 3 menciona a un personaje llamado Abdías, que a pesar de trabajar como mayordomo en el palacio, era fiel a Dios. Gracias a su trabajo podía enterarse de las estrategias del rey en su intento de erradicar a los portavoces de Dios. Así que Dios lo usó, le dio valor, y así pudo proteger a cien profetas; los dividió en dos grupos para que estuvieran resguardados en cuevas (vers. 13).

Pero no solo los profetas contaron con la protección de Dios, también personas que confiaban en él permanecieron fieles. 1 Reyes 19: 18 menciona a siete mil que no adoraron a Baal. Era un número significativo. Estaban distribuidos en sitios despoblados y así Dios, y sus santos ángeles, los sostuvieron fieles y seguros en medio de la peor apostasía nacional. Una época de persecución sin precedentes.

El poder de Dios no ha disminuido en absoluto. A lo largo de la historia han existido persecuciones contra las personas que son fieles a Dios. Pero los perseguidores nunca lograron ni lograrán destruir en su totalidad a su iglesia fiel en la tierra ni apagar la llama de la verdad. Conforme se acerca el día de la segunda venida de Jesús, las circunstancias serán más desfavorables para quienes crean en Jesús como su único Salvador, decidan adorarle como él ordena y en el día que él ha estipulado. Entonces, será evidente una vez más que Dios protegerá y resguardará a sus fieles hijos.