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El acceso al Padre ha sido ya provisto. No nos hemos quedado aislados o enajenados de Dios, puesto que él mismo proveyó un camino seguro a través del cual podemos encontrarlo. Ese camino es Jesús. ¡Qué gran motivo de agradecimiento para empezar el día!
Dios no es un ser solitario que habita lejos, en las alturas, sin mostrar interés alguno por entrar en contacto con sus criaturas. ¡Al contrario! Según el texto de hoy, podemos ir al Padre, lo cual significa que está de acuerdo en recibirnos. Nuestro Dios, aun con lo grande, único e incomparable que es, ha decidido tener relación personal con nosotros, sus hijos. Nunca aceptes la idea de que Dios creó este mundo y luego lo abandonó a su suerte. Todavía este es el mundo de Dios, todavía somos sus criaturas y todavía él está pendiente de todos nosotros.
Gracias al retrato presentado en Juan 14:6 sabemos también que no podemos dar por bueno y válido todo lo que oímos o leemos sobre Dios. No todo lo que se nos dice como “verdad” acerca de Dios es realmente verdad. Necesitamos ser cuidadosos, pues uno de los intereses de Satanás es desacreditar el carácter divino, por eso se esfuerza en hacernos creer que Dios es de una manera totalmente distinta a como realmente es. Para evitar que cayéramos en estos engaños del enemigo, Dios estableció a su Hijo como el único mediador entre él y nosotros. Cuando Dios decidió darnos a conocer cómo es él, lo que hizo fue enviar a su Hijo. Al vivir entre nosotros y modelar ante todos el carácter de amor y misericordia del Padre, Jesús nos permitió “ver” al Padre (lee Juan 14:9).
Cuando se trata de conocer a Dios, el único en quien podemos confiar es Jesús. Cuando se trata de buscar un camino para crecer en el conocimiento de Dios, el mejor de los caminos es estudiar la vida de Cristo, contemplar todo lo que hizo, analizar todo lo que dijo, porque él es el Camino y es la Verdad. Por eso, “sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales” (El Deseado de todas las gentes, p. 63).
Jesús dijo: “Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre” (Juan 14:7, DHH). ¿Conoces bien a Jesús?