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“Yo creo que Dios quiere que tengamos fe en él y que lo amemos, pero hay cosas que me parece que las inventó la iglesia y no creo que sea necesario cumplirlas para ser cristiano”. Así me hablaba sobre el bautismo un amigo a quien yo estaba tratando de animar a bautizarse. Siendo que no es el primero ni el único que expresa esta manera de pensar, siento que es muy útil reflexionar sobre el retrato de Jesús que vemos en el versículo de hoy.
El pasaje se enmarca en el contexto de su propio bautismo. Es decir, que Jesús, aun cuando no necesitaba ser bautizado, se dispuso a cumplir también con ese ritual. “Juan percibió inmediatamente un problema, convencido de que él era quien debía ser bautizado por Jesús, y no al revés. ¿Por qué, en efecto, Jesús, que jamás había pecado (2 Cor.5:21; cf. Juan 8:46), debería someterse a un bautismo de arrepentimiento? Jesús le dijo a Juan el Bautista que, como representante de la humanidad, necesitaba asumir también ese bautismo con el fin de “cumplir toda justicia” (Mat. 3:15). Al aceptar el bautismo y aceptar que sus discípulos bautizasen (Juan 4:1, 2), Jesús deseaba mostrar que el bautismo era la puerta de entrada en la comunidad de sus seguidores y que, para ser plenamente discípulos suyos, debían recibir el bautismo de arrepentimiento”.
Es sencillamente admirable ver a Jesús dar cada paso de acuerdo con el plan de Dios, mostrando que solo hay una forma de alcanzar la salvación: hacer la voluntad del Padre. El ejemplo de Cristo muestra a un Dios que no aceptará menos que la obediencia y el respeto absoluto a las instrucciones que nos ha dado en su Palabra.
Una de las lecciones más importantes que nos enseña el Hijo acerca del Padre es que él es quien salva y es también quien dice cómo. El verdadero cristiano no escoge qué parte de las indicaciones divinas va a cumplir y cuáles no. Para toda orden divina, para toda indicación o requerimiento, se espera la misma respuesta, a saber, obediencia a la Palabra de Dios. Y si tenías dudas acerca de eso, Jesús te dice hoy: “Conviene cumplir con toda justicia; tanto es así, que yo mismo cumplí”.
Si tienes fe en Dios, si lo amas más que a nada, cumplir con el bautismo será tu manera de hacérselo saber al mundo. ¿A qué esperas para decidirte?