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¿Por Qué Has De Destruirte?

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«No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?» (Ecl. 7: 16, LBLA).

Un psicólogo viajaba por diversas ciudades dando una conferencia titulada «Diez reglas infalibles para criar bien a tus hijos». Hasta que le nació su primer hijo. Después de ser padre por primera vez, su conferencia pasó a titularse: «Cinco posibles sugerencias para criar bien a tus hijos». Y entonces nació su segundo hijo. Tras ser padre por segunda vez, ajustó de nuevo su conferencia, y puso por título: «Dos posibles alternativas que te pueden ayudar a criar mejor a tus hijos». Y entonces llegó su tercer hijo, y dejó de dar esa conferencia. La vida le fue enseñando su ignorancia y él, lejos de aferrarse a una opinión inflexible que defender a capa y espada, aprendió a cambiar en función de la luz que iba recibiendo.

Así actúa Dios con nosotros. A través de la Biblia, nos invita a dejar de aferrarnos a creencias arraigadas que tenemos y que, en el fondo, se basan en nuestra ignorancia. Dios pone en nuestra mano un libro inspirado por él mismo, que nos abre un camino de crecimiento en función de una luz cada vez mayor. Esa luz la vamos recibiendo en un proceso de lectura diaria acompañada de oración. Sin esa lectura, sin ese proceso acompañado de oración, no seremos transformadas, y seguiremos siendo discos rayados, dando discursos por la vida que no se ajustan a la verdad. Careceremos de verdadero aprendizaje.

Es necesario ir haciendo una revisión constante y coherente de nuestras actitudes y opiniones, para que cada vez estén en mayor sintonía con las Escrituras. Esa revisión humilde de la verdad es la que nos impedirá caer en conductas contraproducentes, como la que señala Eclesiastes 7:16: creernos sabias en exceso o demasiado justas en nuestra propia opinión. Respecto a este pasaje, el Comentario bíblico de Andrews afirma: "Lo que justifica el inusual consejo de Salomón es que, a veces, lo que nosotros consideramos bueno o malo no necesariamente es bueno o malo. Tal vez no comprendemos todas las ramificaciones o no tenemos suficiente conocimiento como para evaluar correctamente".* Por eso necesitamos aprender, para cambiar y ajustar. No somos tan sabias como nos creemos.

¿Cuán fuertemente te aferras a criterios inapelables que no se sostienen con la Biblia? Haz un alto en el camino, reconsidera, no te creas sabia en exceso. ¿Por qué has de destruirte?

«El cambio es siempre el resultado final de todo verdadero aprendizaje». Leo Buscaglia

* (Andrews University Press, 2020), vol. 1, p. 142.

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