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Se acerca rápidamente el Día de San Valentín, y muchos han olvidado comprarle a sus familiares, amigos o amados un regalo adecuado. No temas. Tengo una solución barata que puedes hacer tú mismo.
1. Entra sigilosamente a la cocina y vierte una cucharadita de detergente (jabón) para lavar platos en una taza pequeña.
2. Mezcla el detergente con dos cucharaditas de pintura acrílica del armario de manualidades.
3. Escribe cupones ingeniosos con opciones como: “Lavaré tu ropa durante dos semanas”; “Te daré un masaje de espalda”; “¡Ganaste un paseo por el centro comercial!”; o premios similares que puedes ofrecer.
4. Cubre lo que escribiste con cinta adhesiva transparente.
5. Pinta la cinta adhesiva con la mezcla de detergente y pintura.
6. Deja que la pintura se seque durante una hora.
7. Listo. Permite que la otra persona elija uno de los cupones y raspe la pintura con una moneda.
8. Disfruta.
Muchas publicidades y boletos de lotería aprovechan del concepto de rasca y gana porque a las personas lo desconocido les parece dramático e intrigante. ¿Ahorré el 15 % o el 30 %? ¿Perdí un dólar o gané 1 millón?
Dios escondió uno de los detalles más intrigantes del futuro: la fecha de su regreso. Podría venir dentro de algunos meses. Podría venir dentro de algunos años. Ni siquiera los ángeles saben cuándo regresará a buscarnos (Mat. 24:36). Vendrá de modo inesperado, “como ladrón en la noche” (1 Tes. 5:2). Pero esto solo aumenta la expectativa. El suspenso aumenta mientras anticipamos su regreso.
Mientras esperamos que las nubes se abran y la pintura metafórica se raspe, debemos permanecer preparados. Jesús dijo: “Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no piensan” (Luc. 12:40). Velad y orad. La sorpresa más impresionante está por llegar.