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UN CASCO DE FÚTBOL NORTEAMERICANO

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No toquen a mis ungidos, ni hagan mal a mis profetas (Salmo 105:15).

Muchos ven el fútbol americano como un deporte violento. Los jugadores se taclean en casi todas las jugadas. Pero, a pesar de que es un deporte muy físico, la NFL tiene muchas reglas y regulaciones para que el campo no se vuelva una batalla campal sangrienta. Por ejemplo, los jugadores no pueden agarrar ni girar el casco de otro jugador durante el partido. El casco protege la cabeza y el cuello de los jugadores, y nadie puede dañarlos sin recibir una sanción. Apenas un árbitro ve que un jugador agarra el casco de su contrincante, arroja una bandera en el campo de juego. 

 

Puede que no vayamos al colegio o al trabajo cada día con un casco, pero Dios nos ofrece una protección invisible. Envía ángeles que nos cuidan, y detiene a personas para que no nos lastimen más allá de lo que podemos soportar. La historia de Job es un ejemplo excelente de esta protección. Puedes leer la historia completa que comienza en el capítulo 1 de Job. Satanás vio que Job amaba a Dios, y quiso hacer que la vida de Job fuera absolutamente miserable. Sin embargo, no podía hacer nada sin el permiso de Dios, y Dios estableció reglas específicas que Satanás debía seguir. Dios no permitiría que Satanás le quitara la vida a Job antes de tiempo. Sí, Satanás arruinó muchos aspectos de la vida de Job, pero no podía destruirlo, y al final Job experimentó más éxito y felicidad que nunca antes. Dios no permitió que Satanás lastimara a Job más de lo que podía soportar, y no dejará que nadie nos lastime más de lo que nosotros podemos soportar.

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