Regresar

EL CABELLO RIZADO

Play/Pause Stop
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes (Efesios 4:29).

Hace unos años, una serie de frases tituladas “los problemas del cabello rizado” comenzó a inundar Facebook y Pinterest. Esos problemas iban desde el cabello encrespado por la humedad hasta las melenas de león luego de cepillar el cabello. 

Los varones quizá no entienden esto, pero el cabello rizado parece tener una personalidad propia. El problema de cabello rizado #631 es especialmente cierto: una vez que te ataste el cabello en una cola de caballo, te comprometiste a ese estilo durante el resto del día. Incluso muchas chicas con cabello lacio pueden atestiguar a esto. Una vez me desaté el cabello mientras trabajaba como voluntaria en la escuela bíblica de vacaciones. Podía ver cómo el cabello me caía voluminoso sobre los hombros, y me sentí muy sofisticada. Sin embargo, al final del día me miré en un espejo. Para mi horror, tenía el cabello completamente pegado a la cabeza en la parte superior, y luego todo sobresalía alborotado alrededor de mis orejas. Me veía como un hongo al revés… y la verdad que no era el estilo que buscaba. 

 

Una vez que te atas el cabello, no puedes dar marcha atrás; según el problema de cabello rizado #631, así tiene que quedarse. Asimismo, una vez que sale una palabra de tu boca, no hay marcha atrás. No puedes deshacerlo. Por esto, Pablo animó a los efesios a que la palabra que pronuncien “sea buena para la necesaria edificación” (Efe. 4:29). Cuando permites que salgan palabras de tu boca, te comprometes con esas palabras, como una chica de cabello rizado se compromete con el peinado, apenas una bandita sale de su muñeca y amarra su aglomeración de rizos.

Matutina para Android