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–Maestra, ¿nos lleva a tomar helado? ¡¿Por favor?!
–Es muy rico, señorita Nieb. Le va a encantar.
–¡Y es gratis! Helado gratis, maestra.
–¿No le gusta el helado gratis?
Me gusta el helado gratis, y cuando terminé las clases del día, fui al negocio de Ben & Jerry´s a buscar mi cono de helado gratuito. Esperaba que fuera un cucurucho en miniatura con helado de un sabor predeterminado, pero estaba completamente equivocada. Para mi sorpresa, podía elegir cualquier sabor que quisiera, y ver cómo me servían una bola grande y generosa de helado en el cono que había elegido. Luego de 22 años de vida, ¿cómo no había escuchado antes del día del cono gratuito?
Para el final del día del cono gratuito, había comido tres conos, y hubiera comido todavía más. Tendré que esperar al día del cono gratuito del año que viene para disfrutar nuevamente de esto; pero ahora que sé sobre este día especial, puedo mirar con anticipación las fechas, acomodar las actividades del día y llegar a Ben & Jerry´s antes de que la fila sea muy larga. ¡No puedo esperar!
Ben & Jerry´s tiene un día del cono gratuito cada año, pero millones de personas no lo saben. Siguen con sus rutinas diarias, comen comida aburrida, sin saber que podrían disfrutar de un cono gratis. Estas personas nunca han escuchado del día del cono gratuito, y muchos tampoco han escuchado de otro regalo gratuito: la salvación. Esas personas siguen con su rutina diaria sin saber que Jesús pagó por su salvación y que pueden disfrutar la vida eterna sin costo alguno. No hay alumnos rodeando sus escritorios, rogándoles que acepten el regalo gratuito, así que nunca se enteran.
Si mis alumnos hubieran sabido del día del cono gratuito y no me hubieran contado, no podría haber disfrutado de la divertida experiencia. Pero a menudo no les contamos a otros del regalo de la salvación de Jesús. La salvación es el regalo más grande y fantástico del mundo. ¿Cómo sabrán las personas si nadie les cuenta?