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Cada vez que intento abrir una botella nueva de kétchup (salsa dulce de tomate), me salpico con la pasta roja. No tengo problemas con la tapa en sí, pero el sello de seguridad se aferra tercamente a la botella y hace escándalo cuando intento sacarlo. Como abro las botellas de kétchup apenas las compro, suelo desear que los productores no pusieran el sello de seguridad.
Pero el sello de seguridad hace más que preservar el producto; también indica si alguien ha alterado una botella. A pocas personas les gusta comprar provisiones que alguien ya abrió y alteró. Si compramos una botella de kétchup marca Heinz, queremos que el señor Heinz mismo haya sido el último en tocar la pasta de tomate.
Tenemos sellos para probar la frescura del kétchup, pero ¿cómo podemos determinar la validez de las verdades bíblicas? A menudo parece que pastores, profesores y padres citan versículos bíblicos que se contradicen o que no tienen sentido. Pero a veces esos versículos han sido alterados. Para comprender el significado original, debemos estudiar el contexto. Tenemos que estudiar varios versículos antes y después del texto en cuestión. A veces necesitamos leer los capítulos que lo rodean antes de comprender el verdadero mensaje de un versículo bíblico.
Citar la Palabra de Dios fuera de contexto puede tener resultados perjudiciales. En Apocalipsis, Dios advierte que, si alguien agrega o quita alguna palabra de la profecía, sufriría destrucción (Apoc. 22:18, 19). Por eso, para interpretar la Biblia de manera correcta, podemos usar el sello de seguridad de la Biblia: podemos leer los versículos que lo rodean y entender las palabras que escribieron los autores originales.