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Dustin y yo tenemos percepciones distintas sobre cómo poner la mesa. Él cree que debe haber una servilleta desechable junto a cada plato; y yo siento que una toalla desechable es mejor. Él dice que las servilletas de papel son más baratas, y yo digo que las toallas de papel desechable cuestan menos si las cortamos por la mitad. Además, las toallas desechables pueden limpiar desastres y derrames grandes… algo que una servilleta desechable común no puede hacer, ya que nunca vi un comercial que lo promocione. Sí, las toallas desechables son conocidas por su fuerza y durabilidad, pero más todavía por su poder de absorción.
La Biblia dice que nosotros también debemos ser absorbentes. En lugar de absorber jugo de uva o salsa, deberíamos absorber los dones espirituales que Dios nos ha dado. Pablo escribió: “No descuides el don que hay en ti… Ocúpate de estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos” (1 Tim. 4:14, 15).
¿Cómo podemos saber qué dones espirituales tenemos? Primero, tenemos que orar. Cuando le pedimos al Espíritu Santo que nos guíe, él nos indica la dirección correcta. Segundo, podemos preguntarle a un capellán o pastor qué piensa. Muchos pastores tienen listas de dones espirituales que pueden darnos, y como nos han visto trabajar en la escuela y en la iglesia, puede que ya tengan una idea.
Cuando descubrimos qué dones espirituales nos ha dado Dios, ya sea el de la oración, el del ánimo, el de la generosidad, el de la enseñanza o cualquier otro, debemos absorberlos y ser absorbidos por ellos. A medida que llenamos nuestros días con oportunidades de servir a Dios, creceremos más en su semejanza; y a medida que usemos nuestros dones, llegaremos a ser la persona que Dios planeó que fuéramos.