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No puedo esperar a enseñar Literatura británica otra vez este año. Soltaremos globos cuando estudiemos la “Oda al viento del oeste” de Shelley; haremos una sesión de citas rápidas cuando estudiemos los Cuentos de Canterbury de Chaucer; y realizaremos un pícnic de adivinanzas cuando leamos poesías posmodernas. El libro de texto que usamos tiene todo tipo de literatura fascinante que quiero que los alumnos de la clase que viene exploren conmigo; pero lo más importante es que estudiaremos los distintos movimientos de pensamientos que contiene el libro: teológico, clásico, romántico, victoriano, etc. Esos movimientos nos muestran los distintos paradigmas de la gente y cómo sus percepciones afectaban sus vidas y su literatura. Mis alumnos descubrirán cómo esos patrones de pensamientos existen todavía en la actualidad, ya sea en Star Wars o en la prensa amarilla. Verán cómo los patrones han cambiado para encajar en nuestra sociedad. Al final, verán que las ideas de la Biblia sobre la vida tienen mucho más sentido que cualquier otro movimiento; ¡y esas ideas perdurarán!
Así como los estudiantes de una clase de Literatura inglesa lee un libro de texto que contiene distintas perspectivas y patrones de pensamientos, cada uno de nosotros tiene que atravesar por un mundo donde todos parecen tener una verdad propia distinta. Pero Dios dice que solo tenemos dos opciones: la vida o la muerte.
Y nos dio una pista: “Escoge, pues, la vida” (Deut. 30:19). Los hábitos mundanos y las modas del momento nunca pueden darnos la felicidad que Dios nos ofreció cuando nos dio la vida eterna. Sí, puede ser divertido aprender de las ideas de otros; pero las ideas de Dios soportarán la prueba del tiempo. Dios quiere que elijamos la vida. Tomemos esa decisión hoy.