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LA RECOLECCIÓN DE SAVIA DE ARCE

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Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1).

Nueva Inglaterra publicita su azúcar de arce en jarabe, caramelos, galletitas y tortas. Cuando mis abuelos solían llevarme allí durante los veranos, siempre nos deteníamos en la fábrica de azúcar de arce ubicada cerca de su antigua casa en Vermont. Esta fábrica no solo vendía una gran cantidad de manjares de azúcar de arce, sino que también mostraba videos que explicaban el proceso de recolección del famoso azúcar de los árboles. Aunque no presté suficiente atención como para saber exactamente cómo recolectar savia yo misma, sí aprendí que los cosechadores van a los bosques, hacen hoyitos en los árboles de arce, ponen baldes debajo de los hoyos y esperan que empiece a fluir la savia. Aunque al principio estos trabajadores no ven el jarabe de los árboles, han realizado esta tarea durante suficiente tiempo para saber que si cumplen los pasos correctos, la savia llegará. 

 

Incluso este simple proceso es un acto de fe, porque la Biblia define la fe como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Heb. 11:1). Las personas han recolectado savia de árboles durante cientos de años con resultados positivos, así que suponen que pueden seguir esperando lo mismo. 

 

Los cristianos reciben muchas críticas por creer en un Dios invisible, pero todos tenemos fe en algo o en alguien. Como cristiana, creo en Dios porque puedo ver constantemente los cambios que ha hecho en mi corazón y en mi vida. No, no puedo verlo ahora mismo, pero sé lo que ha hecho por mí en el pasado, y puedo creer con seguridad que continuará guiándome como siempre lo ha hecho. 

 

Puede que tú necesites tu propia evidencia de la presencia de Dios, así que pídele que cambie tu corazón de un modo que parecería imposible. Pídele que quite el enojo que no quieres soltar. Pídele que te ayude a perdonar a alguien que no se lo merece. Pídele que te convierta en la persona que quiere que seas. Cuando experimentes la dulzura de un corazón puro y dedicado, espero que tengas fe en que Dios interactúa con nosotros de manera personal, y que lo seguirá haciendo.

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