UN CORTADOR DE PIZZAS

Mamá prendió un fósforo y encendió nuestra pequeña estufa de gas para acampar. Todas las comidas se volvían exóticas e interesantes cuando estábamos de campamento, y la pizza de esta noche no era la excepción. No solo nos faltaba un horno normal, sino que tampoco teníamos un cortador de pizza. ¡Ni siquiera encontrábamos un cuchillo! Cuando la pizza estuvo lista, mamá la levantó cuidadosamente, la puso sobre la mesa de pícnic y comenzó a cortar las porciones… con tijera. 

Los pastores y los profesores tienen un trabajo específico: enseñarle a las personas acerca de Dios y mostrarles su amor. Pero si solo los pastores y los profesores esparcen el mensaje, muchos permanecerán perdidos. Dios le ha dado a cada uno de sus miembros la responsabilidad de testificar a sus pares. Pablo se refiere a la iglesia como “el cuerpo de Cristo” (1 Cor. 12:27), y todos debemos trabajar juntos para traer a nuestros amigos a Dios. Algunas personas no quieren escuchar a los pastores, y quizá ni siquiera conocen a uno, pero ¿te conocen a ti? 

Muchos colegios cristianos incorporan semanas de oración dirigidas por alumnos en sus atestados cronogramas. ¿Por qué? ¿Será que los profesores quieren un descanso de tantas clases? ¿Será que el director quiere ver cómo los estudiantes se ponen nerviosos? No. Estos líderes saben que a menudo los jóvenes tienen los mensajes más relevantes y poderosos para sus compañeros. Cuando no hay un pastor disponible (y a veces aunque hubiera uno), los jóvenes pueden tomar el mando y llevar a sus amigos a Dios. 

Si le dejamos la tarea de alcanzar almas a los profesionales entrenados, nos perderemos oportunidades asombrosas. Nuestros amigos, vecinos y familiares necesitan que nosotros les mostremos el amor de Dios. Quizá no sepamos griego ni hayamos memorizado todas las leyes del Antiguo Testamento, pero somos parte del cuerpo de Cristo, ¡y tenemos un trabajo que hacer”! 

Los cortadores de pizza fueron hechas para cortar pizza, pero a veces no están a mano y tenemos que encontrar otra solución. Así como mi mamá usó tijeras para un trabajo que no estaba incluido en su uso normal, Dios quiere usarnos para un propósito mayor. ¿Cómo puedes dejar que Dios te use hoy?