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Dustin tiene un cinto (cincho, cinturón) preferido que usa en casi toda ocasión. Este cinto tiene una hebilla de cromo grande con el logo de un caballo Mustang al galope. No sé dónde lo obtuvo ni desde cuándo lo tiene, pero este cinto se ha convertido en la base de su guardarropas. Lo usa para ir al colegio, para trabajar, para la iglesia, para recitales, para conciertos… para ir a todos lados.
Dustin piensa que su cinto simboliza el coche Ford Mustang 1985 que tuvo, pero yo creo que también se asemeja a los caballos de fuego que se llevaron a Elías al cielo hace miles de años. Elías ya sabía que Dios planeaba venir a buscarlo. Él había trabajado de cerca con su siervo Eliseo. Cuando Elías fue llevado en un torbellino, su siervo se aferró de su manto literal y figuradamente, ya que aceptó el papel de profeta que había tenido Elías. Cuando los caballos se lo llevaron, Elías dejó atrás un legado, y Eliseo llegó a ser un profeta influyente en Israel.
Todos conocemos personas que nos han sido arrebatadas. Quizá no por caballos de fuego, sino por otras circunstancias. Algún día, tal vez nosotros también dejemos a nuestros seres queridos, y puede que no tengamos una advertencia previa.
Este es el momento de dejar nuestro legado. Así como Elías trabajó para Dios y entrenó a su joven siervo para ocupar su lugar, nosotros podemos hacer una diferencia en el mundo hoy. Podemos trabajar con personas adultas para mantener vivo su legado, y algún día dejar el nuestro. ¿Cómo quieres ser recordado? Hoy es el momento de hacer realidad tu objetivo.