|
Los problemas de impresión son la razón principal que dan mis alumnos cuando entregan tarde las tareas, o incluso cuando directamente no las entregan. Los problemas de impresión son la razón principal que da la profesora por entregar tarde los exámenes y las rúbricas. Las impresoras causan todo tipo de problemas en el aula, y uno de los más frustrantes son los cartuchos vacíos de tinta. Cuando aparece en el visor la pequeña señal de los patéticos rectángulos vacíos, cunde el pánico.
Pero esta alarma puede ser innecesaria. Si la computadora dice que la impresora se quedó sin tinta, todavía tienes varias opciones. Primero, puedes quitar el cartucho y agitarlo diez o doce veces (cubriendo la apertura del cartucho con el pulgar). Si eso no funciona, puedes pasar una toallita húmeda por la abertura para limpiar la tinta seca que puede estar tapándola. Estos procedimientos podrían lograr que puedas imprimir quince páginas más antes de tener un ratito para ir a la tienda. Cuando pienses que no hay más esperanza de impresión, sacude un poco las cosas. Todavía podría funcionar.
Así como las computadoras nos dan advertencias prematuras de problemas de impresión, la vida nos arroja todo tipo de desalientos atemorizantes. Quizá nos fue mal en un examen o perdimos un amigo. Quizá pensamos que es el fin de la vida. Pero 2 Corintios 4:1 nos dice que no nos desanimemos. ¡No te des por vencido! Dios dice que tiene planes asombrosos para nuestro futuro (Jer. 29:11). A veces, los cambios son la manera que usa Dios para darnos un sacudón a fin de ayudarnos. No es el fin. En tu vida todavía quedan páginas por imprimir.