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Mi primo tiene 35 años de edad, y ha dedicado una habitación completa de su casa para sus creaciones con Legos. Sus restaurantes de Legos, barcos de Legos, aviones de Legos y pirámides de Legos crean un paisaje enorme, justo al lado de la sala de estar. Estas estructuras de Legos no salieron así de la tienda. Cada una llegó en bolsas de piezas con instrucciones. Para llegar a ser hospitales de Legos y ferias de Renacimiento de Legos, alguien tuvo que colocar una pieza sobre otra, hasta que se convirtieron en obras de arte.
Muchos caminan por la vida como pequeñas colecciones desordenadas de Legos. Tienen todo el talento, la inteligencia y la generosidad que podrían querer, pero les falta confianza propia. Necesitan que alguien los anime y los construya para poder crecer hasta su máximo potencial.
Pero animar a alguien no es lo mismo que adularlo. Hay un montón de maneras distintas de aumentar la autoestima de alguien y ayudarlo a desarrollar la confianza. Por ejemplo, si alguien participa con una música especial en la iglesia, puedes dedicar un momento después del servicio para agradecerle. Si un profesor te ayuda con una tarea, puedes decirle que su explicación realmente hizo una diferencia. Cuando señalamos el éxito de alguien, lo animamos a hacerlo aún mejor la próxima vez, y así crecen poco a poco. ¿A quién le vendría bien un poco de ánimo hoy?