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Las veletas suelen adornar graneros en muchos lugares. Pequeños gallos de hierro señalan la dirección del viento para que los granjeros lo sepan. Pero ¿por qué los granjeros necesitan saber en qué dirección sopla el viento? ¿Planean salir a navegar por el estanque de las vacas después del almuerzo? ¿Quieren tirarse en ala delta desde el silo? En realidad, la única razón por la que un granjero realmente necesita saber la dirección del viento es para predecir el clima que vendrá. Un granjero necesita predecir el clima para saber cuándo plantar y cuándo cosechar. La veleta lo ayuda a saber qué puede esperar en cuanto al clima.
Incluso cuando Jesús vino a la Tierra, los granjeros sabían cómo predecir el clima basándose en el viento. Jesús comentó: “Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace” (Luc. 12:55); pero así como el viento da pistas sobre el clima, las señales de los tiempos nos hacen saber que Jesús pronto volverá.
Es fácil desanimarnos cuando a todo nuestro derredor solo vemos hambre, enfermedad y corazones rotos. Pero cuanto más se muestre el mal y cuanto más golpeen los desastres, más cerca está el regreso de Jesús. Todas las señales apuntan a su pronta venida. Debemos tomar en serio esas pistas mientras queda tiempo para prepararnos para aquel día especial.