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¡QUÉ MARAVILLOSA BENDICIÓN ES TENER LA CERTEZA DE QUE LAS promesas de nuestro Dios nunca fallan! Por eso, debemos aferrarnos a cada una de ellas y repetirlas en nuestras oraciones. De hecho, uno de los fundamentos de la oración en la Biblia es que necesitamos reclamar las promesas de Dios. Sabiendo esto, ¿qué tal si hacemos juntos una cajita de promesas? Puedes usar como modelo una caja de cartón, o bien tomar una caja ya hecha. A continuación, selecciona y escribe los versículos.
Recuerda escoger versículos que traigan mensajes de ESPERANZA Y CONSUELO, como estos:
«Los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse, caminar sin fatigarse» (Isaías 40: 31).
«Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrenten con ellas, porque el Señor, su Dios, está con ustedes y no dejará ni los abandonará» (Deuteronomio 31: 6).
«Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo» (Jeremías 29: 17).
¿Qué tal si ejercitamos la confianza en las promesas de Dios? Elige uno de los versículos anteriores, como si lo estuvieras sacando de tu caja de promesas; luego ora pidiéndole a Dios que lo haga realidad en tu camino. Durante el día, intenta memorizarlo y comentarlo con un amigo.
AFERRATE A LAS PALABRAS DE JOSUÉ, con la certeza de que todas las promesas del Señor se cumplen; ninguna de ellas ha fallado ni fallará jamás, porque, si él lo prometió, lo va a cumplir.
¡CONFÍA!