|
LOS INVESTIGADORES GÄCHTER Y SCHULZ HAN ELABORADO UN índice de violación de reglas, con datos sobre corrupción. La idea era comprobar si la corrupción predominante interfería en la integridad de los ciudadanos. Los investigadores seleccionaron a 2,568 estudiantes de 23 países y les realizaron una sencilla prueba de integridad. Los alumnos tenían que lanzar un dado y decir qué número aparecía. Cuanto menor el número, mayor la cantidad de dinero que ganarían. La conclusión fue la siguiente:
MÁS PAÍSES CORRUPTOS = MÁS ESTUDIANTES DESHONESTOS.
En otras palabras, la falta de integridad no solo tiene efectos negativos para la economía de un país, sino que puede afectar a la integridad individual de los ciudadanos de ese país.
En este escenario, las palabras de Elena G. de White parecen aún más relevantes:
«La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia, aunque se desplomen los cielos» (La educación, cap. 7, p. 54).
Todos los seres humanos, hombres y mujeres.
El mundo no necesita grandes intelectos, personas con habilidades fuera de lo común o multimillonarios. El mundo necesita personas de carácter celestial. Pero ese tipo de carácter no es fruto de la casualidad. Es necesario renunciar al yo para ponerse al servicio del amor a Dios y a la humanidad.
¡SÉ EL TIPO DE PERSONA QUE EL MUNDO NECESITA!