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¿ALGUNA VEZ HAS VISTO UNA FLOR ABRIÉNDOSE? SI HACES EL experimento de hoy, podrás verlo.
Corta dos cuadrados de 10 cm de lado, uno en una cartulina y el otro en una hoja de papel A4. Dobla los cuadrados dos veces, formando un cuadrado de solo 5 cm de lado. Sujeta el centro del pliegue y utiliza unas tijeras para cortar los bordes en forma redondeada. Abre el papel y verás la forma de una flor. Dobla cada uno de los pétalos hacia el centro, como si estuvieras cerrando la flor. Repite el proceso con ambos papeles y coloca las flores en un recipiente con agua. El papel está hecho de pequeñas fibras que se expanden al humedecerse, abriendo la flor. La flor de cartulina, que tiene más fibras, absorbe el agua más lentamente y, por tanto, tarda más en abrirse.
Cada uno de nosotros también tiene su tiempo para desarrollarse. Compararse con los demás solo conduce a dos caminos: a un sentimiento de inferioridad o a un sentimiento de falsa superioridad. Ninguno de los dos extremos agrada a Dios. CADA PERSONA ES ÚNICA Y puede realizar una gran obra, si se entrega a Dios y sigue los consejos que están en su Palabra.
¿Dudas de que Dios hará justicia contigo? ¿Dudas de que él puede hacer mucho más de lo que puedes pedir o soñar? Entiende esto: el tiempo de Dios no es nuestro tiempo. Él está trabajando con nosotros de forma individual. Además, la flor que se abre a tu lado no le quita belleza a tu propio crecimiento. Aprende a alegrarte con el éxito de los demás sin dudar del amor de Dios por ti.